
Las calles de Cuba son de los revolucionarios y las defenderemos
Juan Diego Nusa Peñalver
Una vez más la fuerza del pueblo de Cuba enfrenta provocaciones contrarrevolucionarias en las calles de La Habana.
No hizo falta que se diera la voz de ¡Alerta! Los revolucionarios, espontáneamente, se fueron reunieron en la populosa intersección de Reina y Prado, muy cerca de la Fuente de la India, frente al Hotel Saratoga, y a un costado de nuestro Capitolio Nacional, para dar una digna respuesta a un grupúsculo de mercenarios, lumpens y contrarrevolucionarios, al servicio del imperialismo yanqui, que con huecas consignas de Libertad, y Patria y Vida, intentaron alterar el orden público y calentar las calles este domingo en la capital cubana.
La respuesta revolucionaria no se hizo esperar, como la de la cederista Maydelis Gutiérrez, en cuyo atuendo era visible su pertenencia a la religión afrocubana en la advocación del orisha Oshún, quien coreaba a todo pulmón «Yo soy Fidel».
Ella manifestó a Granma que está aquí «para defender a la Revolución Cubana al costo que sea necesario, dispuesta a dar hasta mi sangre y darle la respuesta que se merecen esos gusanos».
A su lado Arelys Mesa dijo sentir un profundo malestar y enorme vergüenza por ver a esas personas sumarse a los enemigos de la Patria e intentar crear desordenes. Ellos no podrán distraer al país de la lucha contra la pandemia y ni de salvar vidas, pero estamos movilizados para salir a la calle a combatir, que lo sepa el mundo, que nacimos para vencer».
La sindicalista y federada Anierka Fernández del Monte dijo que el movimiento sindical nunca permitirá que los contrarrevolucionarios ocupen un milímetro de nuestras calles. «Aquí estamos las agradecidas de Fidel, de Raúl y de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel, para salir al paso a cualquier provocación imperialista, no vamos a retroceder, los vamos a enfrentar, triunfaremos y venceremos, porque nuestra causa es justa».
Ante la momentánea alteración del orden en el trayecto frente al Hotel Saratoga y el Capitolio Nacional, fueron detenidos varios provocadores, que se resistieron al arresto y agredieron a nuestras fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria.
Y es que nuestros enemigos no descansan en intentar una y otra vez en incitar a un estallido social, aprovechando la compleja situación por la que atraviesa nuestro país, derivado de la grave crisis epidemiológica de la COVID-19, que asola el mundo, que en nuestro caso la situación se agrava por un inhumano bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace casi 60 años impone el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, con el malsano propósito de impedir u obstaculizar al máximo la llegada al país de alimentos, combustibles y medicinas.
Ante la difícil realidad, Carlos Arguedo Pérez afirmó a este diario que «no hay miedo alguno en nuestro pueblo, que él no tiene miedo, las calles son de los cubanos, nadie tiene que convocarme, la orden está dada, porque estoy luchando por el futuro de nuestra nación, por el futuro de mi familia, de mis compatriotas. El imperio norteamericano no nos podrá derrotarnos nunca. Somos un país unido y fuerte».


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La calle es de los revolucionarios, no de los mercenarios, claman los cienfuegueros
Julio Martínez Molina
CIENFUEGOS.- Poco después de la comparecencia pública del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el pueblo de Cienfuegos tomó las calles para reafirmar su respaldo a la Revolución, el proceso social que devolvió la dignidad a un pueblo y nos emancipó.
Hasta el momento de redactar esta nota, se habían sucedido actos y marchas de reafirmación en tres populosos puntos neurálgicos de la ciudad: la calle San Carlos, el barrio obrero de Reina y el parque Martí.
En este sitio, corazón del Centro Histórico de Cienfuegos, la miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en la provincia, Maridé Fernández López, convocó al pueblo perlasureño a hacer suya y respaldar la premisa dada por nuestro Presidente: la calle es de la revolucionarios. Y no de los mercenarios, contestaron algunos.
Interrogados por Granma, algunos cienfuegueros quisieron opinar en este momento de compromiso y respaldo. Eduardo Junco, trabajador de 34 años, sostuvo que es la ironía mayor del mundo que grupúsculos pagados por una potencia extranjera, quienes viven muy bien aquí a costa de ese dinero, quieran traficar con el dolor de un pueblo que resiste a un bloqueo criminal y genocida.
Yamilé Alfonso, joven enfermera de 25 años, dijo que Cienfuegos no le fallará a nuestros héroes y mártires, ni a Fidel cuando sostuvo que este era un pueblo de gente revolucionaria.
Aquí no vamos a permitir que nos arrebaten nuestra tranquilidad y lucharemos contra esos sucios personeros a sueldo que denigran a su Patria, sufragados por un gobierno extranjero que inhumanamente intensificó el bloqueo en medio de una pandemia, con el objetivo expreso de causar escenarios como el que ahora pretenden reeditar algunos que solo piensan en su bolsillo y no en la seguridad e integridad de sus hermanos.




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Sancti Spíritus: el llamado de la contrarrevolución lo que ha generado es más Revolución
Juan Antonio Borrego
Mientras en las redes sociales y en las trincheras enemigas algunos llaman a manifestarse contra el gobierno, en plazas y parques de Sancti Spíritus lo que prevalece es la tranquilidad ciudadana y la disciplina que exige el rebrote de la COVID-19, por estos días empecinado con la cabecera provincial.
«Aquí el llamado de la contrarrevolución lo que ha generado es más Revolución», le dijo a la prensa Ramona Jacomino, una espirituana residente en el Reparto Kilo 12, una barriada duramente castigada por el contagio en los últimos días y también atendida en medio de las conocidas limitaciones que afronta el país.
Un periplo de Granma en horas de la tarde noche por el centro de la capital provincial, una ciudad de algo más de 100 000 habitantes, encontró a los espirituanos conversando desde la puerta de su casa y comentando la intervención del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sobre los recientes suceso reportados en algunos puntos del país.
Ante provocaciones puntuales en la ciudad cabecera y en Trinidad, el pueblo y las organizaciones sociales al frente no tardaron en manifestar su respaldo al proyecto social cubano y en particular al gobierno del Presidente Díaz-Canel.



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En las calles pinareñas manda el pueblo
Ronald Suárez Rivas
PINAR DEL RÍO.—Como suele suceder los domingos, la calma reina en las calles pinareñas, donde la vida transcurre con la tranquilidad de siempre.
Solo en la capital provincial, azuzado por la contrarrevolución que sigue órdenes desde Estados Unidos, un reducido grupo de personas intentó concentrarse en la avenida de la Alameda alrededor de las 4:00 p.m., con llamados al caos y la desobediencia cívica.
Ante un hecho inusual en esta urbe, incitado desde el exterior a través de las redes sociales, el pueblo de Vueltabajo de inmediato se congregó en el lugar, para cortar el paso a los provocadores y reafirmar que las calles son de los revolucionarios.
Entre banderas y consignas, pinareños de todos los sectores expresaron su apoyo a esta gran obra que desde 1959 comenzó a transformar la vida de una provincia que hasta ese momento era considerada la cenicienta de Cuba, por sus índices alarmantes de pobreza.
Tras escuchar la alocución en la televisión cubana del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para denunciar este tipo de hechos, parte de la población que hasta ese momento había estado ajena al tema, también expresó su rechazo a cualquier intento de subvertir el orden, a partir de la manipulación de la realidad del país y la compleja situación que ha provocado el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, en medio de la epidemia de la COVID-19.



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Aquí no se rinde nadie, gritó Guantánamo
Dairon Martínez Tejeda
¡Aquí no se rinde nadie!, exclamó a viva voz el miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su Primer Secretario en Guantánamo, Rafael Pérez Fernández, frente a las masas congregadas en la calle Carlos Manuel y la Avenida, de la ciudad cabecera, como digna respuesta a los intentos desestabilizadores que en la tarde de este domingo tuvieron lugar.
Desde la primera trinchera antimperialista de Cuba, cuadros del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las organizaciones del masas y gremiales, en representación del pueblo guantanamero tomaron varios puntos de la urbe del Guaso para ratificar que, en efecto, las calles son de los revolucionarios.
En medio de la difícil situación epidemiológica que vive la provincia, las masas y autoridades del Alto Oriente Cubano prevaleció la voz y las ganas de vencer al enemigo común, ahora la COVID-19, pero también la inquebrantable decisión de no permitir jamás que nadie demerite el esfuerzo que hace el país por preservar vidas.
«Tenía que estar y estuve, nadie puede hacerme cuento, no lograron lo que pretendían, seguimos siendo trinchera como lo es toda Cuba», señaló la ciudadana Niurka Garzón Cuevas, quien junto a una representación de obreros, militantes del PCC y de la sociedad civil protagonizaron en el parque José Martí de Guantánamo un acto de reafirmación patriótica esta tarde.
El llamado a la unidad, el rechazo al vandalismo y al bloqueo, así como el mensaje de esperanza y de cuidarnos todos trascendió, tanto en los puntos donde se intentaron gestar mítines contrarrevolucionarios, como desde la redes.
Como respaldo al Gobierno cubano en esta contingencia, se organizó desde hoy en la tarde una guardia revolucionaria desde los barrios e instituciones de la provincia para defender con firmeza nuestro legítimo derecho a construir el futuro que escogimos.
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En horas de la tarde de este domingo, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, estuvo en San Antonio de los Baños, y compareció ante la TV pública cubana, desde donde se dirigió al pueblo.
Durante sus declaraciones, el Jefe de Estado denunció la participación de la administración estadounidense en las acciones de desestabilización política históricas que tienen lugar contra Cuba, y que se han intensificado, particularmente, durante la pandemia.
Ilustró con ejemplos concretos sucedidos entre 2020 y 2021, años particularmente difíciles en los que el bloqueo económico, comercial y financiero contra la Isla se ha endurecido hasta la crueldad, con el propósito de asfixiar la economía de la isla.
Añadió que Estados Unidos empezó a recrudecer el bloqueo con una serie de medidas restrictivas de persecución financiera en contra del sector energético con el objetivo de asfixiar nuestra economía y que eso provocara el anhelado estallido social masivo, que sembrara las posibilidades poder llamar a una intervención humanitaria que termina en intervención militar y en injerencias, y que afectan los derechos, la soberanía y la independencia de todos los pueblos.
Luego, agregó, vinieron las 243 medidas impuestas por la administración de Donald Trump, y después se decide incluir a Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo, «una lista espuria, ilegítima y unilateral que ha adoptado el gobierno de los Estados Unidos, creyéndose los emperadores del mundo».
Estas restricciones propiciaron que al país se le cortaran de inmediato varias fuentes de ingreso de divisas como el turismo, los viajes de cubanos-americanos a nuestro país y las remesas. Se hizo un plan para desacreditar las brigadas médicas cubanas y las colaboraciones solidarias que presta Cuba, que por esa colaboración ingresaban una parte importante de divisas, añadió.
«Convocamos a todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la Revolución en todos los lugares», señaló Díaz-Canel.
Las calles son de los revolucionarios y el Estado tiene toda la voluntad política para dialogar, pero también para participar, agregó.