
El golpista Augusto Pinochet y el secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, rostros visibles del exterminio de militantes de la izquierda. | Foto: Cancillería de Chile
Según los Archivos del Terror, hubo 50.000 personas asesinadas, 30.000 desaparecidas y 400.000 estuvieron encarceladas.
A finales de 1992 fueron halladas en Paraguay, en archivos secretos de la policía, pruebas sobre la existencia en los años 1970 y 1980 de una campaña coordinada entre las dictaduras de América del Sur, de conjunto con los servicios de inteligencia de Estados Unidos (EE.UU.), para neutralizar a militantes de izquierda y acallar todo pensamiento emancipador.
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Esos documentos se encontraron gracias a la gestión del educador Martín Almada y el juez José Agustín Fernández, y ofrecen pruebas irrefutables del exterminio y violaciones de derechos humanos contra personas que fueron identificadas como adversarios.
De acuerdo con esos registros documentales, conocidos hoy como Archivos del Terror, fueron asesinadas unas 50.000 personas, 30.000 resultaron desaparecidas y 400.000 estuvieron encarceladas, de las cuales muchas sufrieron tortura. Entre las víctimas se cuentan 3.000 niños.