
Domingo 19 de julio de 2020. Otro día triste para los bolivianos. Las noticias dan cuenta de que aumenta la recolección de cadáveres en las calles y domicilios, sospechosos de haber estado contagiados con la COVID-19.
Un despacho de AP señala que la policía alertó que, en un solo día, recogió 20 cuerpos en La Paz, mientras que el Instituto de Investigación Forense (IDIF) de Cochabamba informó que son entre 40 y 45 los fallecidos que aparecen cada 24 horas.
El creciente número de ataúdes y cuerpos en las calles de Bolivia, debido a la incapacidad del gobierno de Jeanine Áñez ante el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, revela el colapso del sistema sanitario en ese país.
Para esta fecha la nación andina había sobrepasado los 2 000 muertos y 56 000 confirmados con el virus.
Se trata de un país en el que luego del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales, entre octubre y noviembre de 2019, el gobierno de facto ha emprendido una batalla neoliberal encaminada a dejar desprotegida a una población de algo más de 11 millones de habitantes, la misma que hasta el día del golpe orquestado por la oea, exhibía los mayores logros económicos y sociales entre todos los países de Sudamérica.