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En las dos últimas semanas, el Departamento de Estado estadounidense desplegó un ambicioso programa de persuasión extorsiva sobre los países ubicados en el llamado “hemisferio occidental”, con el objetivo de limitar sus vínculos comerciales y de cooperación con Moscú y Beijing.

Los modelos de proximidad desplegados en América Latina y el Caribe ofrecen un amplio menú de alternativas que van desde las amenazas y las sanciones hasta la oferta de mejores condiciones para las exportaciones, garantías para la continuidad de remesas o para la autorización ampliada de visados.