Fuente: Cubadebate
En los primeros años de Revolución, Vilma y Fidel, defendiendo los derechos de la mujer, sobre todo desde la educación. Foto: Archivo de Fidel Soldado de las Ideas
Cuentan que antes de Fidel, antes de 1959, las mujeres cubanas -como las de casi todo el mundo- eran en el mejor de los casos: un adorno en el hogar, y en el peor: una sirvienta con una carga de trabajo doméstico no remunerado; transparente, anónima, cuya opinión acerca de temas políticos o sociales, no se consideraba.
Cuentan que estaban obligadas a tener todos los hijos procreados, pues entre los preceptos de las religiones y lo caro que costaba una interrupción de embarazo, ni pensar en un aborto.
Cuentan que en una familia a la hora de decidir los niños que irían a la escuela, se elegía a los varones, pues las hembras hacían falta en la casa.
Cuentan que las mujeres trabajadoras representaban 17 por ciento de la población laboral activa y recibían un salario notablemente inferior al del hombre por un empleo similar.