En Nicaragua, CAI ha estado creando intencionalmente una brecha entre los nicaragüenses y el Gobierno con programas dirigidos a minorías raciales y étnicas, personas con discapacidades, la comunidad LGBT y la juventud en riesgo. Foto: mintpressnews.
Probablemente no haya oído hablar de ellos, pero Creative Associates International (CAI) es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes y poderosas que operan en cualquier parte del mundo. Un pilar del poder blando de Estados Unidos, el grupo ha sido un arquitecto en la privatización del sistema educativo iraquí, diseñó aplicaciones de mensajería destinadas a derrocar al Gobierno de Cuba, sirvió como un grupo de fachada para la infame fuerza mercenaria de Blackwater (ahora rebautizada como Academi) y se relacionó con los escuadrones de la muerte de la Contra en Nicaragua.
Como tal, ha funcionado “tanto como un instrumento de política exterior como una manifestación de un proyecto imperial más amplio”, en palabras del profesor Kenneth Saltman, de la Universidad de Illinois, Chicago.
Una organización gubernamental haciéndose pasar por un ONG