
Matanzas.–Pareciera que Girón estaba escrito en el destino de la Patria como una señal de alerta permanente para quienes sueñan con apoderarse de Cuba.
A medida que el tiempo pasa es más evidente la clara lección que dejó la victoria conseguida en ese sureño territorio matancero de Ciénaga de Zapata, cuando el pueblo miliciano fue capaz de enfrentar y vencer a los invasores, a pesar del peso abrumador de sus armas y el apoyo imperialista.
En su plan no tuvieron en cuenta que se encontrarían con un pueblo decidido, el cual, en la desigual batalla, mostró una valentía que hizo recordar la de los mambises de 1868 y 1895.