
Imposible escribir sobre el fascismo y la guerra sin recordar 1984, la distopía orwelliana con el Gran hermano y sus consignas, las que, como la novela toda, pueden y deben también ser leídas al revés.
Cuando hace tan solo unos días, el 9 de mayo, los agradecidos celebramos el Día de la Victoria contra el Fascismo, lograda en 1945, también pensamos en el 22 de junio, fecha del comienzo, en 1941, con la Operación Barbarroja, de la invasión a la Unión Soviética por la Alemania nazi, y con ella, el inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial, alcanzado gracias a la heroica lucha del pueblo soviético y sus más de 20 millones de muertos.