Tomado de: Cubadebate

Desde que Netflix decidió estrenar La Red Avispa el pasado 19 de junio y llegó a la audiencia cautiva de la Covid, la película se ha convertido en un suceso mediático por razones poco convencionales.
En Florida han amenazado con quemar cines, si esta se exhibe algún día en las salas de estreno, y se recogen firmas para obligar a Netflix a retirar el filme, sin entender que el sitio de descargas no es un canal de televisión. La gente tiene la opción de verlo o seguir de largo, aunque el escándalo debe haber disparado el rating de una película que había pasado sin penas ni glorias por el Festival de Venecia, a pesar de un elenco de celebridades que encabeza Penélope Cruz.
Pero en Miami ahora mismo el tema de la película se ha convertido en una suerte de conga anticomunista con los medios locales bailando el paso tan chévere de atacar al director francés, Olivier Assayas, acusándolo de hacer propaganda a favor de Cuba. El gran detalle es que La Red Avispa narra hechos reales que han documentado las propias autoridades de Estados Unidos, en un juicio que es considerado el más largo de la historia de la jurisprudencia de ese país y en el que testificaron tres generales, un almirante, un ex consejero presidencial y terroristas confesos, que aparecen en pantalla como lo que son.