El gobierno de Joe Biden, ha criticado hasta el cansancio la política de su antecesor Donald Trump sobre el tema migratorio. Recordarán el muro y la xenofobia de la frontera sur, el encierro de niños en jaulas, en fin, una larga lista. En unos días en Panamá habrá una Cumbre para abordar lo que llamarán una crisis migratoria regional.

Kamala Harris, la vicepresidenta, aseguró que frenar este fenómeno lleva a atender las causas, entre otras, crear empleo y nuevas oportunidades económicas, a partir de la inversión extranjera en las economías de Centroamérica. Ella se reunió con unos cuantos empresarios para lograr ese objetivo, pero cuando se habla de la migración desde Cuba hacia EE.UU., los papeles se pierden, y domina la política anticubana, más bloqueo, incumplimiento de los acuerdos migratorios, 20 mil visas anuales para migrantes que no se cumplen desde el 2017, además del consulado cerrado.