
Hambre global aumentó a 821 millones de personas y a 39,3 millones en América Latina y el Caribe en 2017. Uno de cada cuatro habitantes de la región sufre obesidad, mientras que la desnutrición infantil sigue disminuyendo.
Ya desde hace 14 años advertí sobre la guerra alimentaria propalada por el cártel anglosajón ABCD, como resultado de la desregulación globalista neoliberal y la privatización agrícola, donde brilla(ba) el autonombrado filántropo (sic) George Soros, “convertido en el dueño de la pampa argentina, donde 50% de las tierras arables son prácticamente de monocultivo de soya, a expensas de otros granos”.