
En Hartford, Connecticut.
Las fuerzas que gobiernan a los Estados Unidos y la ultraderecha neofascista internacional han decidido acabar con Cuba soberana y su Revolución Socialista. Ya lo han intentado cientos de veces a lo largo de más de seis décadas.
Ahora han analizado que lo preconizado por el ya mil veces denunciado Memorando Mallory de 1960 se ha “cumplido”, en una especie de tormenta perfecta de un Bloqueo llevado a un nivel de crudeza extrema y una Pandemia que amenaza con cambiar para siempre a la humanidad. Que las incrementadas carencias y dificultades para la vida han creado las condiciones para que el pueblo cubano colapse y se rinda. No está Fidel Castro con su magnetismo único y su presciencia fenomenal. Es decir, rumian que “las condiciones están dadas” solo falta un pretexto, tipo explosión en el “Maine” o pistoletazo en Sarajevo. Por otra parte, de entre los enemigos de Cuba intuyen unos y saben otros, que este es el momento de “ahora o nunca”, que, si en estas circunstancias realmente extremas no lo logran, no lo harán nunca más.