La USAID y legisladores panistas se han confabulado para articular una profusa campaña contra la presencia de médicos cubanos en México, según señala una investigación del analista político Katu Arkonada, compartida en su cuenta de Twitter.
Arkonada señala que el coordinador de la bancada del PAN en el Legislativo Julen Rementeria encabeza la cruzada anticubana, que tiene dos líneas de ataque: Una primera que señala que es innecesaria su presencia en México y una segunda impulsada desde Miami, anunciando que los médicos serán enviados a zonas de conflicto.
No voy a comentar sobre lo que se ha publicado en los días que sobrevinieron al 11 de julio de 2021. Frente a la mentira, la patraña y el llamado al odio y la violencia del Imperio y sus mercenarios, ha brillado la decisión mayoritaria del pueblo y su presidente de superar escollos, marchar adelante y salvar la Revolución.
Una vez más, la CIA y su Gobierno se equivocan, pero continúan explorando el potencial de disímiles eventos, como el que instigaron a través de sus mercenarios para el 15 de noviembre, en un nuevo intento por identificar desarrollos claves y tendencias para acelerar cualquier conflicto interno buscando el concebido estallido social, medir las incertidumbres y las posibles brechas para intentar penetrarnos y llevar el país a la desestabilización.
Propaganda viral: en la era de las redes sociales, los esfuerzos anticubanos de los EE. UU. deben mantenerse al día con la forma en que las personas obtienen su información (y desinformación). Aquí, los manifestantes en Key West, Florida, usan sus teléfonos para fotografiar y grabar en video una bandera que dice «SOS Cuba» desde lo alto de la boya de Southernmost Point, el 13 de julio de 2021. Foto: Rob O’Neal/El ciudadano de Cayo Hueso vía AP
Los métodos estadounidenses más crudos para destruir el gobierno revolucionario de Cuba (ataques militares, bombardeos de hoteles, derribo de un avión lleno de deportistas, agresiones contra funcionarios, guerra biológica) no funcionaron. Tampoco el bloqueo económico, que, por supuesto, continúa. Quizás por ello, el gobierno de ese país ha apostado por un enfoque más sutil contra la Isla, que busca generar, de igual modo, la desesperación y la disidencia.
Los funcionarios estadounidenses pagan por la recopilación de malas noticias sobre el gobierno revolucionario de Cuba y por su difusión dentro de la Isla y en los medios de comunicación extranjeros. Proporcionan dinero a los agentes para que lo entreguen a los opositores al gobierno de Cuba, reales o imaginarios, en la Isla y en otros lugares. Los destinatarios encuentran o idean información desfavorable a la imagen de Cuba y la difunden. Entonces las fundadas quejas de los cubanos sobre el desabastecimiento, la burocracia, los bajos salarios y la convivencia con la pandemia se convierten en noticia.
En junio de este año el Instituto Samuel Robinson realizó una Mesa de Análisis en torno a la guerra que el imperialismo norteamericano lleva a cabo contra Nicaragua, usando en su campaña numerosas organizaciones no gubernamentales, medios y otros mecanismos de injerencia.
A propósito de las elecciones presidenciales de este domingo 7 de noviembre, recomendamos echarle ojos y oídos a toda la intervención, que incluye a la investigadora y educado nicaragüense Yorlis Luna, el periodista estadounidense Ben Norton y William Serafino, investigador del Instituto Samuel Robinson y columnista de Misión Verdad.
Estados Unidos intenta proyectar a la región latinoamericana como territorio en disputa. En ese plan, es cada vez más evidente el injerencismo aplicado contra países como Nicaragua. Así dio comienzo a la Mesa de Análisis «La guerra por otros medios: Nicaragua y las ONG».
Amplios reportajes fílmicos sobre las gigantescas revueltas populares en Túnez, Egipto y Libia a lo largo de 2011 describían el uso masivo por los manifestantes de plataformas de Internet en las redes sociales. Aquellos jóvenes intercambiaban mediante sus celulares todo tipo de consignas, denuncias o recibían indicaciones de las organizaciones que lideraban aquellas revueltas, mantenían una interacción con otros manifestantes con los que se reunían en parques y avenidas, trasladaban imágenes en vivo a los medios de prensa o mensajes en la red sobre lo que estaba ocurriendo.
Las nuevas herramientas permitían visibilizar en todo el mundo, de acuerdo a patrones dictados por Washington en las plataformas y redes sociales, la intensidad y la violencia de las protestas antigubernamentales y su represión policial. Un destacado asesor de la política yanqui comentaría años después sobre aquellos sucesos y lo que significó para el accionar político de su país integrar estas redes en sus herramientas diplomáticas, convertidas en “aceleradores de un supuesto cambio democrático en el Medio Oriente”.
¿Quién iba a decir que en el Instituto de Oncología teníamos un héroe? Un héroe de 25 años, de padres obreros, que ante la muerte de Vilma, su madre, se inclinó por la especialidad de Oncología y quien siempre ha tenido presente la luz de la esperanza y el deber como revolucionario.
Así expresó este martes, Erasmo Gómez Cabrera, subdirector de Asistencia Médica del Instituto Nacional de Oncologia y RadiobiologÍa (INOR), ̶ en presencia de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, y José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública ̶ durante un acto de reconocimiento a la labor del médico cubano Carlos Leonardo Vázquez González, recién conocido como el agente Fernando de los Órganos de la Seguridad del Estado.
“Yunior está buscando la confrontación con las fuerzas armadas, con el MININT”, así define el agente Fernando los planes del líder de la plataforma Archipiélago, de igual forma añade que “estamos viendo en Yunior la creación y la actuación de un contrarrevolucionario”. Un material estrenado por Razones de Cuba revela la identidad del agente Fernando, de los Órganos de la Seguridad del Estado, quien participó junto a Yunior García Aguilera en un taller sobre “El papel de las fuerzas armadas en un proceso de transición”, auspiciado por la universidad norteamericana Saint Louis, en su filial en Madrid.
El pasado lunes 11 de octubre, desde lo más recalcitrante de la derecha argentina y el pequeño grupo de cubanos residentes en el país que adscriben al denominado Patria y Vida, se organizó un intento de escrache contra la delegación diplomática cubana en Buenos Aires.
Ante el intento de un grupo gusano-cubano financiado por CADAL, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, una ONG argentina anticomunista ligada al departamento de estado norteamericano, la CIA y la USAID, el MAS Cuba, Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, se movilizó inmediatamente y ocupó el frente de la Embajada impidiendo la acción, que preveía entre otras, arrojar huevos contra el frente del edificio.
El minúsculo grupo antirrevolucionario contó con el apoyo de la derecha fachista del Partido Libertario, que adhiere abiertamente a las políticas de Bolsonaro en Brasil y VOX en España, e intenta, con acciones y discursos violentos, captar al sector más disconforme de la sociedad, reproduciendo esas políticas en nuestro país, que solo benefician al proyecto recolonizador de Washington.
#CubaNoEstaSola, los solidarios con la Revolución Cubana, con su rápida convocatoria, no permitieron que se agrediera la representación diplomática de Cuba en Argentina.
En video, solidaridad impide ataque a Embajada de Cuba en Argentina:
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), uno de los principales promotores y financistas estadounidenses de programas para la subversión en Cuba, ratificó su convocatoria para proyectos de «Apoyo a la sociedad civil local y los derechos humanos en Cuba» y sugirió adecuarlos al nuevo contexto tras el 11 de julio.
“No hay planes para enmendar el alcance u objetivos originales del NOFO ( Aviso de oportunidad de financiamiento ) en respuesta a eventos recientes en Cuba”, dijo la agencia. Sin embargo, «los solicitantes deben tener en cuenta la situación política actual al diseñar las actividades propuestas».
USAID el 30 de junio había anunciado que estaba ofreciendo proyectos de «promoción de la democracia» de hasta 2 millones de dólares. Las subvenciones oscilarán entre $ 500.000 y $ 1 millón cada una. La agencia, conocida como la CIA al descubierto, dijo que esperaba que los solicitantes «identificaran las necesidades no reconocidas y no satisfechas de la sociedad civil cubana en su búsqueda de los derechos humanos y los valores democráticos». La fecha límite para la solicitud es el 30 de julio a las 5 pm.
Cuando la Usaid habla de sociedad civil, se refiere a grupúsculos contrarrevolucionarios que habitualmente financian, cuyos miembros, siempre insatisfechos, padecen de una insaciable sed de los dineros de ese país
Foto:Tomada de Internet
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), en su larga carrera de ignominias contra Cuba, quiere ir más lejos. La vieja organización que ha servido de pivote a la doctrina Monroe en América Latina y el mundo, da un paso más por el camino de la impudicia. Ahora ofrece otros dos millones de dólares destinados a los llamados disidentes para, siguiendo órdenes de Washington, enfrentar al Gobierno cubano.
Bajo el nombre de «nuevos programas de promoción de la democracia en Cuba», los objetivos son: promover la eficacia de los «grupos independientes» de la sociedad civil y desarrollar coaliciones más amplias para expandir su impacto.
Ha presentado su vergonzosa solicitud para las organizaciones no gubernamentales estadounidenses o extranjeras, mercenarios y aquellos que deseen convertirse en cipayos a sueldo de ee. uu. El anuncio de la subvención señala que la Usaid «está buscando solicitantes para identificar las necesidades no reconocidas y no satisfechas de la sociedad civil cubana en su búsqueda de los derechos humanos y los valores democráticos».
Cuando la Usaid habla de sociedad civil, se refiere a grupúsculos contrarrevolucionarios que habitualmente financian, cuyos miembros, siempre insatisfechos, padecen de una insaciable sed de los dineros de ese país. Son recursos lanzados, con los aportes de los contribuyentes, a la soberbia y el empecinamiento de quienes no lograrán el objetivo de vencer a un pueblo seguro de sí y dueño de su destino.