La Misión Permanente venezolana ante las Naciones Unidas se hizo eco aquí de una declaración de la Cancillería, que advierte sobre el carácter inamistoso de Washington y su empeño en vulnerar los derechos humanos de altos funcionarios de la Revolución bolivariana.
De acuerdo con Caracas, las nuevas sanciones unilaterales norteamericanas constituyen una retaliación contra el jefe de Estado, tras su convocatoria a un proceso constituyente, respaldado en las urnas por más de ocho millones de personas, según datos del Consejo Nacional Electoral.
En entrevista con Prensa Latina hace pocos días, el embajador Rafael Ramírez repudió la cruzada de Estados Unidos contra Venezuela, y aseguró que será derrotada.
«Somos los hijos de (Simón) Bolívar y de (Hugo) Chávez, para nosotros la independencia y la soberanía son elementos fundamentales», subrayó.
El diplomático denunció el objetivo de Washington y sus aliados en América Latina y Europa de tratar de aislar a la Revolución bolivariana y de atacar con sanciones a sus dirigentes.
Tal pretensión solo encuentra eco en la extrema derecha estadounidense y en voceros desacreditados de la derecha mundial, señaló.
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